Hermasie Paget

Al visitar la Fortaleza del Real Felipe en el Callao, la gente se queda sorprendida al encontrar en el Museo Histórico el retrato de una religiosa de los Sagrados Corazones, y más de uno se pregunta: ¿Qué hace aquí?

 

Hermasie:pagetHermasie Paget, fue una hermana de la Orden de los Sagrados Corazones de Jesús, que nació en Francia el 08 de Agosto de 1828, en el seno de una familia católica; entre sus hermanos (que eran doce) se contaban dos sacerdotes y un Hermano de La Salle, que llego a ser General de la congregación. La Hermana Paget ingreso al noviciado a los quince años de edad, en 1843 y llego al Perú en 1850 para dedicarse a la tarea educativa en el Colegio Belén. Una labor en la que destaca por su capacidad y que sumada a sus convicciones religiosas y a su amor al prójimo, la convierten en Superiora de la Orden y Directora del colegio en 1854, cuando tenía veinticuatro años.

La Hermana Paget se identifica plenamente con el Perú, lo llega a considerar su segunda patria y realiza una encomiable labor de apostolado, formando congregaciones jesuitas en Ica y Arequipa. Al estallar en 1879 la Guerra del Pacífico, la hermana Paget se dedica a ayudar a las víctimas del conflicto, con apoyo no solo espiritual sino material. Y aquí es cuando su historia personal, se confunde con la historia y con la gratitud del Perú y de su pueblo.

La escuadra francesa estuvo de tránsito en el Callao en Noviembre de1880 como observadora del conflicto y siguió luego viaje a Valparaiso, En esas épocas no era extraño que las potencias extranjeras enviaran observadores o naves para analizar el conflicto o para cautelar los intereses de sus connacionales. En la estadía en Lima del marino, la religiosa hizo una muy buena amistad con el Almirante Bergasse Du Petit Thouars, que comandaba la flota gala, quien no dudo en ofrecer en medio del conflicto, cualquier tipo de apoyo a su paisana, que era Superiora de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús en el Perú y que un año antes había sido nombrada Visitadora para América Latina, cargo que ejerció hasta su fallecimiento en 1890. Es en ese contexto, que el Almirante francés, habiendo dejado Lima y estando ya en Valparaiso, tiene un sueño a bordo de su buque insignia, «La Victorieuse» -un sueño relativo al peligro que corría su religiosa amiga francesa- que lo hace desatar amarras, poner proa al norte y regresar al Callao. 

realAl llegar al puerto, en Enero de 1881, el bombardeo de Lima, el saqueo y la destrucción era inminentes, pero la Madre Paget refugio en el Colegio Belen a un buen número de familias de Lima, entre ellas la del mismísimo Nicolás de Piérola y por otro lado, se preocupo en interponer sus buenos oficios ante el marino francés para evitar el desastre; buenos oficios que hacen que éste se ponga en contacto con Baquedano y lo conmine a que no se destruya Lima, porque de lo contrario los cañones franceses van a intervenir en defensa de la ciudad. La «cuadrada» -dada la mayor potencia de fuego de la flota francesa- significo que Lima no sufriera la destrucción que padecieron Chorrillos y Miraflores. La Madre Paget tras su intervención en defensa de Lima recibió después de la guerra, el reconocimiento general de parte de más de mil quinientas mujeres de la capital y de la población y gobernantes en general, siendo un personaje apreciado en el Perú de ese entonces.

En resumen Petit Thouars como sucede siempre, se llevo la gloria, aunque no toda. La historia de la Guerra del Pacífico guarda un lugar especial por esta religiosa que fue la verdadera defensora de la Ciudad de Lima: Hay una pequeña placa en el monumento de la Plaza Francia, un monumento en San Isidro a su memoria (entre Jacinto Lara y Alfredo Salazar) y un cuadro de ella adorna las paredes del Real Felipe. Lo que finalmente falta, es que sus restos reposen donde deben descansar: En la Cripta de los Héroes.